PATOLOGIA DUAL:
En la actualidad, las enfermedades mentales representan casi el 20% del total de enfermedades en Europa. Y los problemas relacionados con la salud mental afectan a una de cuatro personas en algún momento de su vida según la OMS.
Diversos estudios epidemiológicos, desde los años 1980, han demostrado la existencia de importantes asociaciones estadísticas que evidencian la elevada prevalencia de la comorbilidad en Patologia Dual con los Trastornos por Consumo de Sustancias y Otros Trastornos Mentales. A esta relación se le ha denominado de distintas formas como: Trastornos Co-ocurrentes, Diagnóstico Dual, Desorden Dual o como se ha llamado en España: Patología Dual.
PATOLOGIA DUAL: TRATAMIENTOS PSICOTERAPÉUTICOS Y MÉDICOS EN MADRID
ENFOQUE MOTIVACIONAL EN PATOLOGIA DUAL
La Patología Dual:
Se puede definir como la existencia en un mismo individuo de, por lo menos, un trastorno por adicciones, con o sin sustancias. Y por otro lado un trastorno mental. Estos pacientes “duales” o con comorbilidad psiquiátrica, son frecuentes y presentan mayor gravedad tanto desde la perspectiva clínica como social. En comparacion con los sujetos que sólo presentan un tipo de trastorno (adictivo u otra enfermedad psiquiátrica).
Aunque es un término comúnmente aceptado, la comunidad científica no lo tiene registrado en los manuales psiquiátricos. Esta patologia dual tiene su causalidad por dos vías:
- Personas con un trastorno psiquiátrico previo que inician el consumo de drogas, para aliviar y/o con el fin de mejorar y regular sus síntomas.
- Personas sin trastornos mentales previos, pero que debido al consumo de sustancias y a su vulnerabilidad individual, desarrollan un cuadro más grave.
En ambos casos, las personas con Patologia Dual presentan altos niveles de deterioro biopsicosocial, situación que incrementa el riesgo de discapacidad y las coloca en un mayor riesgo de marginación social. Podemos asociarlos a:
- Factores genéticos, las personas que consumen drogas no se vuelven adictas porque quieran, sino porque tienen una mayor vulnerabilidad genética a serlo.
- Factores psicológicos, explica la acción de consumir como vía de escape ante los problemas y pensamientos negativos.
- El factor socio-cultural, que determina que influye el entorno social y cultural en el cual se relaciona la persona en el acceso a la sustancia adictiva, ya sea por presión social, por facilidad en su obtención, etc.
Más:
Las adicciones pueden ser a sustancias integradas en nuestra cultura como el tabaco, la xantina (café, té, cacao, colas). También el alcohol, analgésicos. O aquellas no integradas como el cannabis, los estimulantes, (cocaína, anfetaminas, heroína, mefredona, etcétera) y los opioides.
También se incorporan adicciones comportamentales como la ludopatía. El juego patológico pasa a ser valorado en las nuevas clasificaciones de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM5), dentro del capítulo de las adicciones. Siendo la OMS la primera en incluir como trastorno diagnosticable las nuevas tecnologías, internet, videojuego, etc.
Las bebidas alcohólicas ha sido siempre una conducta bastante extendida entre los varones adultos, en España. Inicialmente el consumo de alcohol y de otras drogas se empieza a enmarcar en nuevas corrientes culturales que aparecieron en Europa, donde el uso de estas adicciones se limitaba a determinados grupos de jóvenes que participaban como una expresión identidad grupal. De identificación con determinados valores sociales o de rechazo del orden social establecido. Pero esto ha cambiado, convirtiéndose en un problema epidemiológico de actualidad.
Los síntomas por los que se consulta están en relación a la cantidad más que en la calidad. Es decir, cuando la situación ha llegado al desborde que se ha convertido en insostenible la convivencia para la familia y la vida del sujeto.
A menudo es difícil distinguir los síntomas coincidentes de los trastornos adictivos y los otros síntomas de trastornos mentales en Patologia Dual. Lo que comporta grandes dificultades para el diagnóstico. Un diagnóstico psicopatológico dimensional y longitudinal es crítico para asegurar tratamientos adecuados y eficaces.
Las características que presentan estos pacientes son:
- No tienen conciencia de enfermedad.
- Muestran dificultades para verbalizar la problemática adictiva centrándose en aspectos emocionales.
- Se identifican sólo con una de las dos patologías.
- Generalmente han acudido a muchos centros o visitados profesionales sin un diagnóstico claro.
- Presentan un alto índice de fracaso y abandono terapéutico con muchas recaídas.
- Son personas con un alto índice de vulnerabilidad emocional a la hora de afrontar determinadas dificultades. Por ello los factores estresantes suelen afectarles gravemente y pueden tener problemas de habilidades sociales. Lo que les condiciona el tratamiento desde el principio.
- Pueden presentar problemas psicosociales como: Trastornos digestivos y cardiovaculares (hipertensión, arritmias, cardiopatías). Problemas neurológicos y psiquiátricos: depresión, ansiedad, insomnio, alteraciones de conciencia, psicosis, demencias, etc. Dependencia y tolerancia a las sustancias de abuso, síndrome de abstinencia, etc. Problemas familiares y económicos; y muchas veces legales.
Inicialmente los pacientes con patologia dual presentan mayor gravedad psicopatológica y psicosocial. Como consecuencia ingresan más y presentan más riesgo suicida (Szerman et al, 2013). Además por lo general tienen peor adherencia a los tratamientos.
Al padecer un trastorno mental comórbido, deben tener un tratamiento para ambos procesos de forma integrada, pudiendo presentarse:
- Un Trastorno adictivo como un patrón desadaptativo de comportamiento que provoca una dependencia física, psíquica o de ambos tipos a una sustancia o conducta determinad. Lo que repercute negativamente en las esferas psicológica, física y/o social de la persona y su entorno.
- Trastornos Psicológicos que alteran el funcionamiento de la persona en las dimensiones biológica y/o psicológica. Y además impiden y/o dificultan la adaptación al medio.
- Un Trastorno mental que se refiere a disfunciones en las habilidades de razonamiento, el comportamiento y en la capacidad para reconocer la realidad. Y adaptarse a ella. Por consiguiente que impiden en la persona un funcionamiento vital autónomo y satisfactorio. Por su evolución se definen como agudas o crónicas. Y pueden darse en cualquier etapa del ciclo vital, si bien la forma en que se manifiestan depende de las características sociodemográficas de la persona.
Los Trastornos de personalidad incluyen:
Un conjunto de patrones o estilos comportamiento y experiencias ajeno al marco social en el que se desarrolla la persona e incluye una o varias áreas de la personalidad. Alteraciones en el pensamiento, la conducta, la emotividad, la motivación, el funcionamiento interpersonal, la auto estima o el control de los impulsos, afrontamiento. Se trata de un estilo personal, rígido y desadaptativo, de entender y gestionar la vida, que suele derivar en un deterioro personal y/o social, sin embargo, la persona que lo padece, valora su funcionamiento como adecuado. La aparición de estos patrones se observa, en la mayoría de los casos en el final de la adolescencia y principios de la vida adulta. Si bien en algunas tipologías, como en patologia dual su inicio es más precoz.
La valoración de la patología dual, tanto del trastorno como del síntoma, debe empezar lo antes posible. Un abordaje integral evitaría peores consecuencias y lograría un tratamiento eficaz.
Es importante elaborar un programa individualizado de tratamiento adaptado al paciente. Los objetivos en este punto son:
- Realizar un diagnóstico integral preciso (multiaxial).
- Integrar y acompañar a los familiares en el tratamiento.
- Brindar toda la información que necesite tanto el paciente como sus familiares para comenzar.
En línea con lo anterior, la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 contempla, como uno de los principios básicos de la atención integral a las adicciones. Prima la existencia de programas diversificados y flexibles adaptados a la realidad del usuario. Siempre a la hora de establecer el plan y el itinerario terapéutico. Todo ello desde el convencimiento de que el conocimiento es la base del desarrollo de los programas de tratamiento de los pacientes.
El éxito de la intervención dependerá en gran medida del grado de consciencia que el paciente tenga de su enfermedad. Siendo muy habitual no reconocer ningún indicio de enfermedad. Por medio de la entrevista motivacional, el profesional ayudará a conocer la fase de cambio en la que se encuentra el paciente con patología dual respecto a ambos/varios trastornos. Además, facilita la adhesión y conservación del tratamiento, así como el cumplimiento terapéutico.
Con un enfoque motivacional se ayuda al paciente a provocar un cambio en el comportamiento ayudando a los mismos a explorar y resolver sus ambivalencias. Los principios más importantes de cambio son los siguientes:
- La elección y el control propio: la persona está más motivada para hacer cambios cuando se basan más en sus propias decisiones, que si una figura, como el terapeuta, le dice lo que tiene que hacer.
- El autoconvencimiento auditivo: se tiende a creer con más fuerza aquello que una persona se oye decir en voz alta a sí misma.
- La autoconfianza o percepción de autoeficacia: si una persona cree que puede cambiar será más fácil que lo consiga.
- La ambivalencia: ¿quiero o no quiero cambiar? Con frecuencia es el mayor obstáculo para el cambio. Está presente en casi todos nuestros actos y aún más en las conductas adictivas.
- El traje a medida: cada persona necesita diferente ayuda dependiendo de la etapa en que se encuentre en el proceso de cambio.
- La relación interpersonal: La motivación y la resistencia del paciente al cambio pueden estar poderosamente influenciadas por el tipo de relación interpersonal que desarrolle el terapeuta. Es importante aprender cómo actuar para aumentar la conciencia del paciente sin provocar su reactancia psicológica.
- Una buena información puede producir cambios en la conducta. Por lo que motivar, o ayudar a cambiar, es conseguir que el paciente descubra cuáles son sus elementos o razones para realizar un cambio.
Los pacientes con patología dual severa que necesitan atención especializada y no están en condiciones de un tratamiento ambulatorio, será recomendable un régimen diferente. Finalmente procurando siempre que cuando la recuperación se produzca se integren inmediatamente a la dinámica convivencia habitual.
No hay un tratamiento único apropiado para todos los individuos. El tratamiento debe ser accesible y disponible. El abordaje no solo debe ser para el problema de adicción, sino de todos los problemas que aquejan a la persona. Debiendo ser el tratamiento ser evaluado, para ver si responde adecuadamente a las necesidades de cambio del individuo. Debe durar el tiempo necesario y apropiado para ser efectivo. Debe emplearse consejo individual, familiar, grupal y otras terapias de conducta para mejorar la efectividad del tratamiento. La medicación puede ser imprescindible para muchos pacientes, asociada a otras terapias.
Aquellos que padecen un trastorno mental comórbido, deben tener un tratamiento para ambos procesos de forma integrada. La desintoxicación es solo el primer paso imprescindible para el tratamiento de la adicción. No siendo lo más significativo para el tratamiento global a largo plazo. Para que un tratamiento sea efectivo debe ser voluntario. Hay que evitar el consumo durante todo el período de tratamiento. Evitar las conductas de riesgo de toda índole. La recuperación de un paciente adicto es un proceso largo y requiere, a veces, diversos episodios de tratamiento, especialmente si hay patología dual.
Resumiendo los componentes esenciales del tratamiento integrado en patología dual son:
- Establecimiento de alianza terapéutica con el paciente.
- Vigilancia de su estado clínico.
- Tratamiento de la intoxicación y la abstinencia, farmacología.
- Programa terapéutico individualizado, facilitado y comprometido entre los terapeutas y el paciente.
- Prevención de las recaídas tras el análisis de las situaciones en que anímica y psicológicamente pueden producirse, así como los ambientes y circunstancias en que pueden producirse.
- Información sobre sus problemas de salud tanto al paciente como a la familia.
- Reducción o eliminación de los rasgos de comorbilidad promovidos por el uso de alcohol/drogas.
- Abordaje integral de todos sus problemas por todos los profesionales que precisen intervenir en su proceso clínico.