El tucibí, también conocido como «cocaina rosa» o «2C-B», es una droga de diseño sintética que pertenece a la familia de las feniletilaminas. El tucibí se sintetizó por primera vez en 1974 por el químico Alexander Shulgin, quien lo describió como una sustancia con propiedades psicodélicas y empatógenas similares a las de la MDMA, pero con una duración más corta. Desde entonces, el tucibí ha ganado popularidad como una droga recreativa en algunos países, y su uso ha sido objeto de investigación científica para comprender sus efectos y riesgos para la salud.
¿Cómo es su química?
El tucibí es una droga sintética que se sintetiza a partir de la fenetilamina, que es un compuesto presente de manera natural en el cuerpo humano. Se ha informado que el tucibí puede tener efectos empatógenos y psicodélicos en función de la dosis y la vía de administración. Específicamente es una amina secundaria. La estructura química de la tucibí es similar a la de la cocaína, pero tiene un grupo funcional adicional que la hace más potente y peligrosa. El grupo funcional adicional en la tucibí es un éster de metilo, que es una molécula orgánica que contiene un átomo de carbono unido a un grupo funcional éster y un átomo de oxígeno. Este grupo funcional adicional aumenta la liposolubilidad del tucibí, lo que significa que puede atravesar la barrera hematoencefálica más fácilmente y afectar el cerebro de manera más potente que la cocaína tradicional.
¿Riesgos del TUCIBI o cocaina rosa?
El tucibí produce efectos similares a los de la cocaína, incluyendo euforia, aumento de la energía y disminución del apetito. Sin embargo también puede producir efectos secundarios graves, como ansiedad, paranoia, convulsiones y problemas cardiovasculares.
Es una droga peligrosa y adictiva que puede tener consecuencias graves para la salud física y mental de los usuarios. Los efectos a corto plazo incluyen aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, disminución del apetito y aumento de la energía y la euforia. A largo plazo, el uso de tucibí puede causar daño cerebral, problemas cardiovasculares, ansiedad, paranoia y adicción.
El tucibí es una droga ilegal en la mayoría de los países, incluyendo Estados Unidos, donde se clasifica como una sustancia controlada de la Lista I.
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