Inicialmente en el sistema privado el/la interesado/a contacta directamente con el Centro de Desintoxicación y Tratamiento. Siendo está la modalidad de acceso más rápida y sencilla, realizada en dos pasos. Además existe una segunda posibilidad que es aquella en que el/la interesado/a es derivado de otro centro sanitario, siguiendo los protocolos de dicho centro.

Proceso de admisión:

La entrevista remota: Puede llamarnos al 91.426.66.42 o contactar con nosotros por el formulario de su derecha. En este momento el coordinador técnico informará al interesado/a sobre el funcionamiento básico del Centro y los aspectos del PIT (plan individual de tratamiento). Para luego concertar una entrevista previa para las próximas 24-48hs.

La entrevista cercana: Finalmente este es el momento más importante, puesto que será el momento idóneo para que uno de nuestros especialistas evalué y confirme el cumplimiento de los criterios de internamiento o recomiende opciones a la persona que consulta. Esto último y para facilitar el acceso, podrá realizarse presencialmente en nuestros centros o mediante videoconferencia.

Desde hace años reconocimos la importancia de no aislar más a la persona que padece una adicción. Por ello consideramos importantísimo ayudarle a recuperar los lazos de afecto y de cuidado de su entorno cercano. Que serán luego los pilares en donde se asentará una sólida recuperación con su cotidianidad.

Por todo ello y siempre que el/la paciente lo permita, realizamos entrevistas conjuntas. Lo siguiente nos sirve para informar sobre la evolución y mejorar aquellos aspectos de la dinámica familiar que podrían ser un obstáculo en el cambio. Además, de esta manera, le damos un valioso espacio a aquellas personas que conviven con la problemática de forma indirecta. Pero que también por la cercanía del vínculo, se encuentran afectados directamente principalmente por las conductas adictivas.

Considerando la buena aceptación de nuestro enfoque el programa intensivo tratamiento adicciones, hace un año abrimos un grupo al que llamamos cariñosamente «co-dependientes». Allí familiares y parejas de nuestros pacientes se encuentran con una frecuencia quincenal y en algunos meses semanal, a acompañarse y escucharse. Sin sentirse juzgados y criticados. Concluyendo cohabitan en este espacio la figura del terapeuta y el co-terapeuta, quienes brindan a sus asistentes una guía profesional adecuada con respecto los conflictos que surgen. Y la resolución asertiva de los mismos.

Finalmente, existe la posibilidad de derivar a aquellos familiares que lo prefieran con un/a terapeuta del equipo para ubicar las coordenadas de su situación y mantener los espacios diferenciados (cuando fuera necesario) con el/la paciente.