Las neurociencias en el tratamiento de adicciones
¿Qué son las neurociencias?.
Se llama neurociencia al conjunto de disciplinas que se encargan de aunar la comprensión de las funciones cerebrales, las bases químico-moleculares, la cognición y la toma de decisiones y también las diferentes patologías. Entendiendo todos estos elementos de manera fragmentada para luego integrarlas en una teoría comprehensiva del funcionamiento del cerebro, la conducta y la cognición.
Importancia de las neurociencias en la adicción.
A medida que la tecnología avanza, avanza con ella la capacidad de conocer y acceder a los procesos neuronales, las áreas y sus interacciones de manera más precisa y detallada, con ella también la neurociencia.
Por otro lado, en la toma de decisiones y las patologías del cerebro, las conductas adictivas pueden diferenciarse del uso ocasional al abuso de ello por diversos factores generales, estos se contemplan en todos los manuales de clasificación y diagnóstico como factores o rasgos comunes en las tendencias adictivas y contemplan:
- El deseo y ganas de consumir/llevar a cabo la conducta (craving). O comúnmente ansias por consumir, o ansiedad de consumo.
- La tolerancia ante la sustancia (incremento de la necesidad de consumir más sustancia/comportamiento para obtener el mismo efecto). Un ejemplo de esto es la sensación de perdida de «eficacia» de la sustancia, entonces el consumidor puede recurrir a más dosis, la conjunción de otras sustancias o un incremento de la actividad placentera (Setting). Un ejemplo de esto son los club donde hay un ambiente oscuro, prostitución y drogas. Se sabe que la persona no consumiría la misma cantidad ni gastaría tanto dinero, si fuera un ambiente diferente.
- Inversión de mucho tiempo (cada vez más) en la actividad adictiva, además de dificultades o incremento de tiempo de recuperación y con lo cual mayor interferencia en la vida cotidiana de la persona. Esto se llama looking and searching (conductas de búsqueda y acaparación). El ejemplo más cotidiano es el fumador de tabaco que anticipa que el fin de semana cerrara el estanco y va a comprar varias cajetillas de tabaco (por las dudas) que quiera fumar o se anticipa a la ansiedad de no tenerlo. Esto es extensivo para todas las sustancias de abuso.
- Obsesión relacionada con el consumo/comportamiento. Un ejemplo de esto son los que se llaman «triggers» o disparadores del consumo, que son los días o semanas antes cuando la persona «empieza» a preparar el consumo pasando tiempo pensando, viendo pornografía o algo similar.
- Intentos previos y fallidos para dejar la sustancia/comportamiento. Una vez que comienza la conducta placentera, el cortex prefrontal no consigue limitarlo adecuadamente y el circuito de recompensa cerebral se ve hiperestimulado.
- Deterioro de los círculos y vínculos sociales. Al final tanto tiempo en esta conducta se debe obtener quitando de otras conductas sociales.
- Problemas emocionales y/o ansiedad. Es lo más frecuente, los trastornos de ánimo comorbidos como depresión y del rango de ansiedad.
Buscar ayuda profesional.
Consecuencias inmediatas como el deterioro de los vínculos familiares y de pareja, son habitualmente los motivos por los que las personas suelen consultar a un profesional pedir ayuda. La base crucial para el tratamiento de todos ellos es el entender los mecanismos implicados y cómo abarcarlos para de cara la intervención psicoterapéutica y farmacológica de precisión, para en esta última lograr incidir en los núcleos implicados del trastorno adictivo.
Adicción y neurociencias.
Las neurociencias en el tratamiento de adicciones, así en el tratamiento de adicciones las neurociencias adquieren especial relevancia ya que este tipo de patología se adquiere de manera progresiva por medio de un agente externo, ya sea la sustancia o comportamental y TODA persona que se expone a un consumo/comportamiento es susceptible de ser adicta.
El circuito de recompensa es básico para la supervivencia ya que lleva a la consecución y repetición de ciertas acciones necesarias para la vida del ser y de su especie, en ellas entra por ejemplo el hambre, el sexo, ejercicio físico, adquisición de metas, logros, entre otras. Estas sensaciones, al ser agradables se buscan y repiten en el tiempo; se dan en el núcleo accumbens. La base evolutiva y de supervivencia de la sucesión de estos procesos y mecanismos radica en la consecución de acciones beneficiosas para el individuo y su especie y se encuentra en todos los animales con sistema cerebral, de hecho, las bases filogenéticas de esta son muy primitivas.
En el caso de las adicciones, existe una/s sustancia/s (o no necesariamente, esto se verá más adelante), que interviene, principal y directamente sobre el circuito dopaminérgico, o el denominado circuito de recompensa (que se inicia en el núcleo accumbens), el cual, al ser estimulado desencadena por medio de la vía dopaminérgica mesocortical, una serie de sensaciones agradables que influyen en la tendencia en el tiempo a la repetición de esta “estimulación”.
Las neurociencias en el tratamiento de adicciones. Especificaciones.
Como menciona en uno de sus trabajos Nora Volkow, la sustancia en cuestión crea un secuestro de las recompensas naturales del cerebro, haciendo del consumo una actividad más saciante que cualquier comportamiento habitual ya que la intervención de la sustancia altera el umbral de excitación de dichos circuitos. Comportamentalmente esto se manifiesta en el incremento gradual de la tolerancia y también en el deterioro cotidiano de la persona adicta.
En el momento en el que la persona comienza a usar la sustancia como mecanismo, no solo por sentirse bien sino para sentirse bien (desde la psicología se denomina reforzador negativo), acaba potenciando esta dinámica que se convierte en compulsiva y con lo cual la persona (a nivel neuroanatómico) pierde la capacidad de control e inhibición sobre este comportamiento (mediada por el cortex prefrontal dorsolateral), de ahí que se denomine compulsivo, pese las consecuencias adversas asociadas al comportamiento. Y con ello la adquisición y consolidación de comportamientos maladaptativos y la necesidad constante de estimulación del circuito dopaminérgico, cada vez más insensibilizado.
Las redes sociales y el juego comparten las bases neurológicas de la adicción y estas áreas son estimuladas sin sustancia, por medio de refuerzos intermitentes; algunas personas también son capaces de repetir estos patrones intermitentes de afecto en relación y también pueden llegar a crear una adicción en otras personas.
Estas cuestiones son necesarias y básicas para entender el tratamiento de adicciones, los procesos que esto entraña y las necesidades particulares del paciente en cada etapa o fase del tratamiento.